Fui a procesar tres duelos que me marcaron, no imaginé que esta experiencia me ayudaría a procesar muchos más duelos míos y otros de mis ancestros, algo cambio en mi, me siento más ligera, me siento en paz. Gracias de todo corazón.

---Patricia---

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Para mí fue una experiencia verdaderamente regeneradora.

---Víctor---

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Dejar la casa de mi padres, me dolió. Dejar amigos de la infancia, no estar en los lugares de mi adolescencia, perder contacto con amigos de la prepa, me dolió. Porque perder una casa me dolió. La traición, me dolió. No cumplir expectativas propias y ajenas, me dolió. Reconocer que mis errores afectaron a otras personas, me dolió. Perder oportunidades, me dolió. Y ese dolor me ocupó por mucho tiempo. Tanto que el corazón pesaba. Así que hoy me des-ocupé... De ahora en adelante, trataré de ocuparme amorosamente, gentil y amablemente en mí y los otros. 
Gracias

---Araceli---

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Vi a mi padre como se iba extinguiendo, pude despedirme poco a poco de él; en el ritual de duelo me di cuenta de que no lo quería dejar ir y mis brazos guardaron el dolor de quererlo retener. Gracias por la oportunidad de poder dejar mi dolor en la tierra y que nuevamente se transforme en vida, me siento en paz.

---Patricia, 59 años---

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Me ayudó a tener una relación buena con la emoción de tristeza, me dio esperanza e ilusión saber que la pérdida se transformó en un inicio.

---Amellali, 28 años---

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El ritual me ayudó a tener un espacio seguro para sentir el dolor del
duelo con mucho amor y acompañamiento, y saber que, aunque el dolor está presente y se manifiesta en diferentes ocasiones y en diferentes intensidades, siempre nos podemos dar permiso de sentirlo, porque es la única forma de sanarlo. Además, saber que el dolor que provocaron cosas del pasado se puede mirar a los ojos sin que nuble tu presente y futuro ya que es necesario sentirlo para darle oportunidad a lo nuevo, y entender que el dolor de un duelo se trabaja mejor en comunidad. También me ayudó saber que el dolor del duelo se alimenta de la soledad y de la culpa. Por último, que la energía de la pérdida se transmutará en nuevos comienzos.

---Regina, 29 años---

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Este taller de duelo me permitió reconocer que la enfermedad y sus
dolores físicos están en relación directa con mi dolor emocional por la pérdida de pareja. Esto fue lo que sané.

---Rosalía---

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El ritual de duelo me permitió encontrar la fuerza dentro de mi dolor.

---Brianda, 27 años---

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La experiencia en el ritual de duelo amplió mi perspectiva para integrar el dolor saludablemente.

---Marjorie, 34 años---

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No existe tal cosa como "el momento" para, o "la manera de" vivir un duelo. A veces dosificarlo te ayuda a procesarlo mejor y hacerlo en comunidad, te sostiene.

---Mariel, 38 años---

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